EL PUNTO DE APOYO
Fui una pluma que caía sin hacer ruido, apenas causando fricción en el aire, en el
tiempo.
Un copo de nieve distraído, inevitablemente condenado a derretirse.
Una gota de lluvia, con voz de trueno, devorada en una nube a punto de vomitar.
Insignificante, multiplicada, expulsada del reino de cualquier cielo.
Fui rayo en éxtasis; desbocada, a punto del electroshock.
La quinta marcha sin pastillas de frenos
El arroz cuando empezó el divorcio.
Fui todo aquello que se dejaba caer y antes de morder el polvo encontraba tu hombro.
Y me soportaba, y flotaba, y podía ser todo lo que fui.