El aceite de argán ha sido usado durante cientos de años por los bereberes para uso alimentario y para el cuidado tradicional de la piel y el cabello, tan dañados en la climatología extrema de la región.Desde el punto de vista alimentario, a su consumo se le atribuyen propiedades para reducir la diabetes, el colesterol o la hipertensión. Pero son sus propiedades cosméticas las que han convertido a este aceite en objeto de deseo de consumidores y grandes marcas de cosméticos y productos orientados a la salud.

Para el proceso del aceite es necesario un lento y laborioso proceso manual desarrollado casi exclusivamente por mujeres, que en numerosas ocasiones se asocian en cooperativas femeninas. Estas cooperativas gestionan el cultivo, recolecta, extracción del aceite y su tratamiento inicial previo a la elaboración de los productos alimenticios, cosméticos y productos de salud.

Estas cooperativas autogestionadas permiten salir adelante a mujeres en familias con escasos recursos, viudas, mujeres maltratadas, etc., ofreciendo condiciones justas de trabajo, tanto a nivel salarial como social, para poder atender también las necesidades familiares. Un ejemplo de ellos es la cooperativa Marjana, en las proximidades de Essaouira, que en tan solo cuatro años ha conseguido dar trabajo a más de una treintena de mujeres del entorno rural. Al menos, el oro líquido marroquí aporta beneficios a uno de los colectivos más necesitados en el país.

Argan oil has been used for centuries by Berber in Morocco, as a nutritional supplement and as a wonder cosmetic, being also commonly used in traditional Moroccan recipes. Commonly referred to as “liquid gold” or “The Gold of Morocco”, Argan oil has become very popular amongst international consumers and large cosmetics brands.

Oil processing is a slow, manual process mainly performed by women, usually through female cooperatives. These co-ops are responsible for harvesting, extracting the oil and initial processing. With the support of the Moroccan government, they provide women of rural Morocco with a steady income, a fair wage, good working conditions, as well as literacy and other education classes. Perhaps most importantly, the co-ops give women a keen sense of empowerment in this traditionally male-dominated society. Cooperative Marjana, established around Essaouira four years ago, has offered a job to more than 30 women in the region