Eh, fíjate. ¿Que crees que sentirá?
Me la imagino con los ojos cerrados, zambullendo sus sentidos en los pies. En este preciso instante, su vida se limita a lo que sucede en ellos. Todo lo demás es oscuridad.
Temblará de frío, y de miedo tal vez. Yo me sentiría vulnerable ante algo tan inmenso, que ruge a lo lejos y te acaricia en los pies.
Y el agua, ¿que crees que sentirá el agua?
El agua sentirá calor. Por eso la busca y la rodea, deleitándose en sus pies. Por eso viaja a la costa, para convertirse en ondulaciones, en reflejos de luces. En la oscuridad del océano eso no existe.
Y la tierra, ¿qué sentirá la tierra?
La tierra, ebria de agua, cede ante el peso de sus pies, dejándose explorar.