TE PIERDES
Te pierdes,
te me pierdes por los enjambres costeros,
por el tintineo de las focas,
el destierro de las garzas...
Te pierdes
te me vuelves a perder
y ni siquiera escucho el fin del susurro de tu aliento
que parpadea en la concavidad del cristal de mi casa.
Te vuelcas en la pérdida
llegando a no mutilar las sombras vacías,
cegándome en la masacre de la no mirada.
Tu pérdida se retuerce en los oleajes
donde merodea una furtiva herida.