Pues sí, doña. Acá mismito me paso el día. Llego bien tempranito en la mañana y estoy hasta que anochece. Los días de semana vendo tacos de pollo y de res. Los domingos, carnitas y chicharrón.
¿En este puestito? Años llevo. Desde que me mataron al marido. Unos borrachos en una pelea. Ya sabe cómo son los hombres. Empiezan pleiteando por una nada, y la terminan sacando el cuchillo. Pero fíjese que yo me enteré de quiénes fueron los asesinos. Y, de a uno, toditos murieron. Algo que les cayó mal en la comida, dijeron.
No se preocupe, yo se lo hago a su gusto. Cebollita, jitomate, carne de res y cilantro. Y una nadita no más de chile, que no la veo a usted muy dispuesta.