INCOMUNICADOS
"Descansa", me dijo ayer. "Mañana volveré". Pero lo cierto es, que no sé si la estoy esperando, o si espero que no vuelva. No sé lo que quiero, y tomar una decisión me asusta, me persigue y me atormenta. Sólo quiero estar tranquilo, disfrutar del momento. Pero sé que al final, acabaré cogiendo el teléfono, y sin saber cómo, ni por qué, le estaré pidiendo que vuelva.
Estoy agotada. Siempre la misma pelea. Nada cambia ni avanza con él. Sigue ahí, quieto, bloqueado, estancado en sus pensamientos. No sé lo que quiere, ni si me quiere o no. Tal vez, si habláramos de verdad, con el corazón, tal vez, las cosas serían de otra manera. Pero ayer igual que hoy, hoy igual que ayer, ahí está, tirado en la terraza...