"Pensaba que sería más fácil. Tal vez, la mente juegue a despistarnos, y nos ofrezca imágenes edulcoradas de la realidad. Pero la vida es otra cosa. Ahora, no sé si estoy dispuesta a hacerlo, no sé si estoy preparada. Tengo miedo. Qué sensación tan extraña pasar por los mismos lugares de todos los días, y verlo todo con otros ojos. Qué diferentes se ven las calles, los negocios, las personas cotidianas, cuando tú no estás en esa cotidianidad, cuando vas a interrumpir tu rutina. Siento que es una despedida, una despedida amarga sin celebraciones, sin besos y sin abrazos. Porque yo lo quiero así. Una despedida sin un adiós. Mi último cigarro. Quedan unos minutos para que llegue el tren. ¿Seré capaz de saltar?"