Hablan una abuela y su nieta.
Nieta: ¿Qué toca los lunes para comer?
Abuela: Paté.
N: ¿Y los martes?
A: Paté.
N: Jo. ¿Y los miércoles?
A: También paté.
La canícula es inaguantable, todo es sudar y remojarse. En su casita de tablas y paja, están la abuela y la nieta: están cociéndose en dos sillas bajo la estrecha sombra de un portal. La abuela hace amago de levantarse, pero le duelen los riñones y se cae sobre la silla. Ya ha cumplido los 60. La nieta la mira sin decir nada. De repente, la mujer se arrodilla en el suelo sombreado y se estira sin escrúpulos. La nieta grita “¡AMAAA!”. No hay respuesta y la abuela se duerme enseguida.
TIC-TAC-TIC-TAC
Han pasado dos horas. La abuela sigue estirada. Su nieta no está. De golpe, un ciclista tropieza con un bordillo y se oye un frenazo: ¡Yiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiipppp! Nadie se acerca al accidentado. El ciclista se queda abatido mirándose la piel pelada de las manos. Cierra los ojos y sueña.
El sueño del ciclista: Una niña con una margarita en la oreja, un vestido casi color turquesa, caminando hacia mí, sin miedo ni vergüenza. Aquí la gente se para cuando alguien se da una hostia. Ella, tan menuda, me ha traído un trapo mojado, agua bendita bajo la canícula. ¡Pero si estamos en el bosque! Claro, por eso me siento tan bien. La niña de pelo rubio ya se ha puesto a caminar hacia arriba. No me oye. Bueno, no importa. Ya le diré “Gracias” en mi próximo sueño.
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A grandmother and her granddaughter are talking.
Granddaughter: What do we have for lunch on Mondays?
Grandmother: Pâté
Granddaughter: And, on Tuesdays?
Grandmother: Pâté
Granddaughter: Ups! And, on Wednesdays?
Grandmother: Pâté again.
The summer heat is excessive, a continuous sweating and getting wet. The grandmother and the granddaughter are at their wood and straw house, getting roasted on two chairs under the narrow shade of the porch. The grandmother is about to stand up, but she has backache and falls down on the chair. She is already 60. The granddaughter looks in silence. Suddenly, the woman kneels down on the shaded floor and stretches unscrupulous. The granddaughter screams MOMMY!!! There is no answer and the grandmother falls asleep quickly.
TIC-TAC-TIC-TAC
Two hours have passed. The grandmother is still stretched. The granddaughter is not there. Suddenly, a biker trips over a kerb and a screech of brakes is heard. ¡Yiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiipppp! Nobody approaches the injured. The biker is shocked, watching his peeling hands. He closes his eyes and dreams.
The biker’s dream: A girl with a flower on her ear, an almost turquoise dress, walking towards me, no fear, unembarrassed. People here stop when somebody crashes. She, so little, brought me a wet towel, blessed water in the summer heat. But we are in the forest! Right, this is why I feel so good. The blonde girl is already walking up. She doesn’t hear me. Well, no problem. I’ll say ‘Thanks’ in my next dream.